Director: Cristiano Bortone Reparto: Paolo Sassanelli, Luca Capriotti y Marco Cocci Duración: 100
Drama inspirado en la historia real de Mirco Mencacci, uno de los más renombrados editores de sonido de la cinematografía italiana.
Un filme emotivo
Por Luis Osorio (fuente: elnorte.com)
Emotiva, mágica, directa. Rojo como el Cielo, es la Historia de muchas historias, del referente de un niño (que representa a muchos) que pierde el sentido de la vista pero que le queda el sentido de la imaginación. Mirco es un niño que luego de un accidente pierde la vista, por lo que es obligado a asistir a un colegio para niños ciegos, donde su director, cuarta su libertad. La historia está basada en la vida de Mirco Mencacci uno de los editores italianos más talentosos de los últimos tiempos. La cinta es un relato que de la tristeza pasa a la alegría, que narra el proceso que va de la luz a la sombra y luego esa fantástica resurrección en donde Mirco y sus amigos descubren en los otros sentidos, la oportunidad de ser libres y no estar vedados a nada.La cámara encuadra desde ángulos diferentes, que sin ser atrevidos, dan la perspectiva y la sensación de que las cosas dejarán de ser lo que veíamos. Primero encuadres largos, campos, colores vivos, luego hay un giro cromático, todo pasa al gris, al negro, sombras... tientas. Pero ese gris, ese negro, se transforma, gracias a las interpretaciones de todos los niños que llenan de magia la pantalla.Hay partes del guión que sacuden las conciencias del adulto, frases que marcan, que cimbran, y al final, la emotividad es la palabra que señala todo. La película está llena de aciertos, tiene un tema nada fácil; al final, la cofradía entre niños es algo que siempre será digno de observar. Y nos deja un mensaje claro que sin atreverse a ser retórico, no nos pregunta qué vemos, sino qué sentimos cuando vemos.Muy buena.
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